Muchos son hombres deslumbrados por la lujuria de sus amantes, este caso se ha vuelto muy común, estos infieles inician una aventura, paralela al matrimonio o cualquier otra relación formal que tengan y terminan envuelto en una relación que los atrapa; por estar llena de; romance ardiente, locura y pasión, lujuria, y aunque no lo desean muchas veces, les resulta difícil salir de ellas y lo que empieza como un desliz termina como un relación que no pueden saben cómo acabar, para no poner en riesgo su relación.
El problema radica en que las mujeres de este tipo de relación, al parecer no les importa que estos hombres les mientan, sino meterse a la cama con ellos para iniciar lo que se proponen, muchos hombres son sinceros y antes de iniciar el romance les cuentan que están comprometidos y que no quieren dejar a sus parejas, sino que lo hacen para experimentar algo diferente, a pesar de dejar las cosas claras desde un principio en caso de que se logre llegar a un acuerdo.
Las mujeres suelen ilusionarse y se entregan por completo, dando lo mejor de sí, los vuelven locos en la cama con el sexo, con muchas atenciones, los complacen en todo, con la simple idea de lograr una relación, unas hasta sueñas con que dejen a su esposa y se casen con ellas, en fin se valen de todo lo que pueden, ellas están claras en que ser amante de un hombre casado, implica dosis intensa de lujuria y apego, pero si realmente desean un compromisos con este tipo de hombres, de deben evaluar ellas y medir el grado de ingenuidad que tienen.
Los hombres infieles a pesar de lo que disfrutan y de sentirse atraídos y dichosos, no quieren dejar a sus parejas por estas terceras personas, entonces empiezan a vivir una vida paralela con dos mujeres totalmente opuestas, el hombre que es infiel debe estar claro en lo que decide hacer, porque ninguno de ellos, está exento de llegar a sentir más de la cuenta por esa tercera persona, tanto como para no poder cortar esa relación.
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